
Nuestro programa de Doctorado en Historia cuenta con un nuevo doctor: Emerson Hirmas Fernández. Recientemente se realizó en nuestra Facultad, la defensa de su tesis titulada “La formación de la familia chilena: un problema social. Norte Chico, 1860-1920". La tesis fue realizada bajo la dirección del profesor Julio Pinto del programa de Doctorado en Historia.
La Comisión de profesores estuvo integrada por:
Profesor Dr. Pablo Whipple Instituto de Historia Pontificia Universidad Católica de Chile
Profesor Dr. Julio Pinto Director de Tesis Departamento de Historia Universidad de Santiago de Chile
Profesor Dr. René Salinas Profesor Informante Externo Departamento de Historia Universidad de Santiago de Chile
Profesor Dr. Juan Cáceres Profesor Informante Externo Instituto de Historia P. Universidad Católica de Valparaíso
Profesor Dr. Jorge Rojas Profesor Informante Interno Instituto de Historia Pontificia Universidad Católica de Chile
RESUMEN DE TESIS
La formación de la familia chilena: un problema social. Norte Chico, 1860-1920
Esta tesis plantea que las familias populares del Norte Chico convivieron con un proceso temprano de institucionalización que se desarrolló entre 1860 y 1920. Esta institucionalidad intentó imponerles condiciones de existencia a las familias estudiadas, las que respondieron demostrando actitudes de rechazo, indiferencia, aceptación parcial o total de dichas circunstancias. En ese proceso de agenciamiento, las familias populares aprendieron a relacionarse con varias instituciones estatales que fueron copando diferentes dimensiones de sus vidas, ante las cuales desplegaron diferentes actitudes, estrategias de adaptación y mecanismos de gestión social, para lograr algunos objetivos y fines, o para beneficiarse de algunas prestaciones reportadas por dichos organismos.
Ese proceso histórico constituyó un campo de saberes sociales en tomo a la familia, sus jóvenes y niños, a través de organismos judiciales, de salud, educativos y militares. Las familias populares aprendieron a utilizar sus redes sociales al interior de estas instituciones, enriqueciendo el capital cultural de sus nuevas generaciones. Ese proceso de adaptación implicó que esas instituciones estatales comenzaran lentamente a introducirse en el ámbito doméstico, donde pudieron influir en los procesos de reproducción de la familia. Estos conocimientos construyeron un tipo de legitimidad histórica del Estado, acostumbrando a las familias populares a resolver diversas inquietudes, conflictos y problemas ya no en el marco de la comunidad, sino en el espacio cerrado y especializado de la institucionalidad.
Esta historia estuvo fuertemente afectada por la configuración sociocultural de la sociedad regional y nacional. La acción de estos organismos también desplegó su accionar sobre el entorno espacial de las viviendas populares para, a partir de ahí, introducirse en los hogares populares. Existió una contradicción entre el modelo económico y los protocolos de acción y objetivos de estas instituciones. Mientras la economía primario exportadora necesitaba una mano de obra sin mayor especialización y altamente predispuesta a migrar entre los espacios productivos, la institucionalidad emergente necesitaba de una familia estable y arraigada para su conecto funcionamiento. Desde esa perspectiva, los ciclos de recesión económica, y en especial la crisis del cobre, potenciaron esa contradicción.
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