Nuevo Doctor en Historia de la UC: Marcelo López Campillay


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Nuestro programa de Doctorado en Historia cuenta con un nuevo doctor: Marcelo López Campillay. Recientemente se realizó en nuestra Facultad, la defensa de su tesis titulada “Sociedad y enfermedad: el reinado de la tuberculosis en Chile, 1860-1952". La tesis fue realizada bajo la dirección del profesor Pablo Camus del programa de Doctorado en Historia.

 

  

La Comisión de profesores estuvo integrada por: 

 

 

Profesora Dra. Ximena Illanes
Instituto de Historia
Pontificia Universidad Católica de Chile


Profesor Dr.  Pablo Camus
Director de Tesis
Instituto de Historia
Pontificia Universidad Católica de Chile


Profesor Dr. Jorge Dagnino
Facultad de Medicina
Pontificia Universidad Católica de Chile

Profesora Dra. Andrea Kottow
Departamento de Humanidades
Universidad Andrés Bello


Profesora Dra. Macarena Ponce de León
Profesor Informante Interno
Instituto de Historia
Pontificia Universidad Católica de Chile 

 

 



RESUMEN TESIS

 

Sociedad y enfermedad: el reinado de la tuberculosis en Chile, 1860-1952


Catalogada como una de las enfermedades icónicas de la era moderna, la tuberculosis tornó a partir del siglo XIX en una experiencia que entrelazó procesos que resultan fundamentales para examinar la multifacética relación que emergió en aquel entonces entre la esfera de salud y la sociedad chilena. Así, a partir del examen de la denominada tuberculización de la sociedad chilena, ha sido posible configurar una historia sinfónica de la peste blanca en la que asoman dos campos temporales que constituyeron las caras de un mismo itinerario.


Por un lado, un nexo entre el cuerpo social y la tuberculosis, fraguado por la irrupción de la civilización moderna y que fue la cuna de la “marcha triunfal” del bacilo. Identificada como la principal causa de la mortalidad en el país en las postrimerías de la centuria, la endemia adquirió un carácter polisémico en tanto para algunos era una enfermedad bacteriana, mientras que para otros era una enfermedad social, divergencias que dictaminaron el camino a seguir para frenar el avance rampante del mal. Así, desde el 1900, la lucha antituberculosa fue liderada en una primera etapa por una elite antituberculosa, emanada de la sociedad civil, que en la década de 1920 cedió la conducción de esa tarea al poder público, que en el año 1929 estableció un hito: la primera política moderna antituberculosa. Esta nueva estrategia circuló entre las visiones pragmáticas, cercanas al enfoque bacteriano, y las utópicas, derivadas de la medicina social, hasta el año 1952, momento en el que nació la política antituberculosa de segunda generación. Articulado por el manejo eficiente del saber científico, un solo mando ejecutivo (S.N.S.), el trabajo interdisciplinario y un principio de solidaridad social, ese modelo selló no solamente el fin del reinado de la tuberculosis, sino que, además, avaló una concepción y una forma de ejercer la salud pública que predominó hasta la década de 1970.


El otro campo histórico de la tuberculización fue encarnado por el vínculo entre persona y enfermedad, es decir, el tuberculoso. La investigación nos ha posibilitado conocer la voz de quienes vivieron la enfermedad, y, de este modo aseverar que históricamente la tuberculosis posee otras significaciones que trascienden al concepto trazado por el canon médico-científico. Desde esa perspectiva, la enfermedad desde abajo, descubrimos que los pacientes lograron configurar un diverso abanico de vivencias (la esperanza de la sanación, la alianza con médicos y enfermeras, rebeldía ante la fe y la ciencia, la reformulación de sus biografías, la desazón ante la inminencia de la muerte, el despliegue del eros, etc.) que de uno u otro modo cuestiona aquellas perspectivas que adjudican al paciente un papel exclusivamente pasivo ante el poder biomédico y, además, suma una arista fundamental para desmedicalizar la historia de la salud en Chile.