El historiador Carlo Ginzburg reunió a cientos de académicos y estudiantes en torno a la disciplina


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Tres días de conferencias a auditorio completo realizó el historiador italiano Carlo Ginzburg, invitado a fines de octubre por el Instituto de Historia UC. En su paso por Chile, dictó diversas ponencias: Schema and Bias. A Historian’s Reflection on Double-Blind Experiments¸ "El caso y la casualidad. Algunas reflexiones retrospectivas"; y "Etnofilología: dos casos de estudios", además de participar de diversas actividades con académicos UC.

En la conferencia inaugural, el decano de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política, Patricio Bernedo, describió a Ginzburg como un académico que “ha marcado la historiografía del siglo XX y XXI”. Destacó, además, la relevancia de sus publicaciones, entre ellas su libro más conocido “El queso y los gusanos: el cosmos de un molinero del S.XVI”.

Ginzburg, manifestó Bernedo, cuenta entre sus méritos, estar en “permanente diálogo con otros saberes de las humanidades”. Al mismo tiempo, lo calificó como un “intelectual responsable con los valores del humanismo”, en términos de que el historiador se involucra en polémicas que denotan su compromiso a la hora de combatir fenómenos como el racismo y el fanatismo.

En sus palabras finales, Bernedo agradeció a diversos académicos que impulsaron la visita de Ginzburg, entre ellos el director del Instituto de Historia, Pablo Whipple, los académicos Claudio Rolle, Olaya Sanfuentes y Rafael Gaune.


Representación y objetividad

En la primera conferencia dictada por Ginzburg, se refirió a las disciplinas de historia y ciencia en relación a sus métodos de constatación y evidencia. Partió su ponencia con una imagen comparativa de una catedral representada en dos formatos. “Es difícil pensar en imágenes objetivas. Por ejemplo, hay estereotipos románticos que plasma un litógrafo. Todos los testimonios están en duda”, señaló.

El debate, apuntó, se dirige a reflexionar sobre qué es el conocimiento. “La imagen representa la realidad por medio de la ilusión”, señaló. Al respecto, Ginzburg aludió al fenómeno del “ojo inocente” y aseguró que si bien existe el ideal de artista-científico, como fue Leonardo Da Vinci, el tema alcanza mayor complejidad.

“Un científico rastrea sesgo, hipótesis y prejuicio. En cambio, los historiadores parten de la hipótesis de leer la evidencia y convertirla en algo más sólido. Pero esto oculta dificultades”. Asimismo, aseguró, es drástico afirmar que la historia es débil al no tener un método científico, pero a la vez nos enseña de los límites de la humanidad.

“El propósito de los experimentos historiográficos es el mismo que los experimentos científicos. Imágenes y objetos deben ser descifrados para exponerlos”. Al mismo tiempo, analizó los experimentos de doble ciego que en el ámbito científico refieren a aquellos que buscan controlar que la evidencia no se contamine por medio de placebos.

“Los doble ciegos han sido criticados éticamente. La idea de suprimir datos parte de la idea del experimento científico. Hay un escepticismo que infecta la humanidad y ciencia”, señaló. Al respecto, manifestó que incluso en la ciencia es posible afirmar que existe un observador, por lo que la objetividad sería puesta en duda: “cualquier experimento puede abrirse en cualquier momento. La ciencia es eterna”, sentenció.

El segundo día de actividades de Ginzburg en la UC consistió en una serie de ponencias que dictó él y otros académicos. “Carlo Ginzburg, un humanista omnívoro”, fue una de las presentaciones que aludió a la publicación en Taller de Letras, dossier coordinado por Olaya Sanfuentes y Rafael Gaune; mientras que Ginzburg expuso "El caso y la casualidad. Algunas reflexiones retrospectivas", con participación de la académica de Letras Rubí Carreño y el profesor del Instituto de Historia Claudio Rolle. Esta actividad también fue coorganizada por el Instituto Italiano de Cultura.

Finalmente, Ginzburg participó del seminario llamado “Lo traducible y lo intraducible”, donde compartió en un panel junto a la Premio Nacional de Historia 2018 y académica del Instituto de Historia, Sol Serrano. En este contexto, el académico italiano se refirió al “Diccionario de los intraducibles” y analizó dos casos que dan cuenta de la pluralidad de las lenguas, la homofonía, sinonimia y “aproximaciones comparativas de los fenómenos lingüísticos y culturales”.  



Violeta Bustos Vaccia
Dirección de Comunicaciones



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