“Las cosas tienen vida”, el podcast del egresado de Magíster José Araneda, que explora los objetos latinoamericanos a lo largo de la historia


“Las cosas tienen vida” es un podcast donde se exploran las múltiples vidas de objetos latinoaméricanos a lo largo de la historia, presentado por dos historiadores: nuestro egresado de Magíster, José Araneda (Scuola Normale di Pisa) y Kate Mills (Universidad de Harvard).

En cada capítulo de “Las cosas tienen vida”, José y Kate eligen un objeto fabricado aproximadamente entre los siglos XVI y XIX e invitan a un investigador o investigadora, que se suma para analizar y discutir la historia del objeto.

El origen de este proyecto, que ya lleva 6 episodios publicados cada martes, tiene como punto de partida el Archivo de Indias (Sevilla), donde en plena pandemia, José y Kate decidieron darle vida a esta iniciativa: “Surgió esta inquietud de mostrar un análisis histórico sobre Latinoamérica para un público amplio. A partir de ese horizonte, pudimos plantear diversas reflexiones que nos permitieron pensar el podcast ‘Las cosas tienen vida’”, relató José Araneda.

Se optó por el formato de podcast por muchas razones, una de ellas fue llegar a un público amplio. “La pandemia nos ha mostrado, por un lado, lo duro que es vivir en un mundo detenido y en cuarentena; pero, por otro, una capacidad de innovación que nosotros nunca pensamos tener. Este formato nos permitió trabajar con plataformas como Zoom y gestionar las entrevistas virtualmente. Esto era fundamental, pues queríamos mostrar una gran variedad de objetos e investigadoras a lo largo y ancho de Latinoamérica. Además, el podcast nos ayudó a agilizar la producción de contenido a un bajo costo”, explicó José.

Conversamos con nuestro egresado del Magíster de Historia sobre su vocación, formación y qué podemos aprender en “Las cosas tienen vida”.

¿Por qué hiciste el Magíster en Historia UC?

Porque sentía la necesidad de profundizar mi experiencia de investigación en Chile. Escogí al Instituto de Historia UC porque existe un espíritu muy fuerte de dialogo disciplinar a lo largo de sus seminario y actividades. También para seguir trabajando con el profesor Rafael Gaune, quien se comprometió con mi proyecto de investigación, el cual posteriormente se transformó en un libro.

¿Cómo surgió la idea de este proyecto y la asociación con Kate Mills?

Surgió como una posibilidad en nuestras constantes conversaciones. Tenemos aproximaciones distintas al pasado: Kate desde la historia del arte, las practicas devocionales y la arquitectura en el Cuzco del siglo XVII (ella realiza su PhD en Historia del Arte con los historiadores Tom Cummins y Felipe Pereda), y yo desde la historia de las comunicaciones y la circulación de cartas (yo realizo mi doctorado en Historia Moderna en la Scuola Normale Superiore, Pisa).

Podcast las cosas tienen vida  

 

¿Cuál es el objetivo de “Las cosas tienen vida” y cómo se relaciona con tu formación de historiador?

Ambos somos historiadores de formación clásica: trabajamos en archivos históricos, escribimos artículos y exponemos en seminarios de investigación. No éramos, para nada, divulgadores científicos. Sin embargo, el realizar un podcast nos ha permitido acércanos a una de las principales dimensiones de un historiador: saber narrar. Ya lo hacíamos privadamente cuando tomábamos café en medio de nuestra jornada diaria en Archivo de Indias (Sevilla). En ese sentido, pensamos en traspasar esas cálidas conversaciones en un formato abierto al público. Dejar de lado, por un instante, las convenciones académicas para narrar libremente la historia de un objeto que podemos observar en la actualidad, pero que su historia se remonta a siglos.

¿Por qué eligieron enfocarse entre los siglos XVI y XIX?

Kate y yo trabajamos sobre el mundo colonial y sus implicancias culturales, sociales y políticas. Muchas veces, se observa este período de la historia como una estructura monótona y excesivamente coherente. Nada más lejano de la realidad. Por ello, queríamos observar los aspectos culturales de objetos que parecen tan lejanos a nuestro propio tiempo, pero siguen teniendo historias que contar. De hecho, esta semana (11 de mayo) se publicó el episodio sobre el Cristo de Mayo, donde entrevistamos a la historiadora argentina Lucila Iglesias (UNTREF). No hay nada más colonial que la construcción cultural de esa imagen, pero aún en la actualidad existe un interés popular, especialmente desde el inconsciente colectivo.

¿A quiénes han entrevistado?

Hemos entrevistados a 9 historiadoras, 7 latinoamericanas y 2 españolas. El 11 de mayo, hemos estrenado el episodio 5, con Lucila y el “Cristo de Mayo”. Comenzamos con la “Cruz de la Conquista” (Cuzco, Perú) a cargo de la doctoranda de Harvard, Annick Benavides. El segundo tuvimos a la historiadora Elsa Arroyo, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, sobre un cuadro de “San Juan Escribiendo el Apocalipsis” de Martin de Vos que se encontraba en la primera catedral de México. El tercero, a cargo de la historiadora Vanina Scocchera (UNTREF), sobre un fanal de un niño Jesús que pertenecía a unas monjas cordobesas (Argentina). Y el cuarto, sobre una pintura del Arcángel San Miguel (México) a cargo de la historiadora Escardiel González (U. de Sevilla). Todavía nos quedan 4 historiadoras más (entre ellas, Olaya Sanfuentes, del Instituto de Historia UC), cuyos objetos serán anunciados próximamente.

¿Cómo preparan cada capítulo?

Ambos investigamos sobre la historiadora y sus textos asociados al objeto escogido, a partir de lo cual realizamos una pauta. Generalmente, apostamos por la espontaneidad en el diálogo, pero tenemos algunas secciones fijas. En cada capítulo, existe una adivinanza para introducir el objeto; en el final, nosotros entregamos comentarios generales sobre lo aprendido. La idea es generar un producto que sea comprensible para todos y con un poco de humor, aunque ha sido difícil. A los historiadores nos cuesta salir del papel académico. Es un aprendizaje constante.

También se expandieron a Instagram ¿Qué contenido podemos encontrar en esa plataforma?

En nuestro Instagram podrán encontrar las imágenes de los objetos junto a información sobre las investigadoras. Para nosotros es una plataforma fundamental porque complementa el podcast visualmente. Siempre fue nuestra intensión que nuestros auditores pudieran imaginar los objetos: para ello los describimos detalladamente. Sin embargo, en este mundo multimedial, hemos utilizado esta plataforma para involucrarnos con el público: cada domingo, además, lanzamos la adivinanza del objeto del episodio que será estrenado el martes.

¿Qué desafíos han tenido que enfrentar?

Traducir lo académico a un lenguaje cotidiano ha sido los más difícil. ¡Ni siquiera sabemos si lo hemos logrado! Sin embargo, ha sido una experiencia maravillosa de ensayo y error: desde cómo hacer las grabaciones, manejar las redes sociales; hasta saber editar e intentar generar el mejor producto posible. Estamos formateados a un lenguaje textual muy poco flexible. Por ello, hemos trabajado varios meses en el proyecto, pero ya estamos pensando la segunda temporada.