Nuestro Magíster en Historia cuenta con una nuevo graduado: Carlos Leal Yasima, quien defendió su tesis titulada: “Los límites del éxito. La expansión hispanocriolla en Vutahuillimapu (1700-1820)”. La tesis fue realizada bajo la dirección del profesor Jaime Valenzuela.
Carlos Leal Yasima presentó su defensa de Magíster con una investigación que explora la expansión hispanocriolla en Vutahuillimapu entre 1700 y 1820. El estudio revela que, a finales del período colonial, la administración hispanocriolla logró establecer una serie de enclaves coloniales en la región mediante negociaciones con caciques y ulmenes locales. Aunque se fundaron misiones, se construyeron fortificaciones y se abrieron rutas terrestres, la administración colonial no consiguió subordinar políticamente a las parcialidades indígenas ni controlar socialmente a sus integrantes.
El Comité de Tesis estuvo integrado por:
Dr. Jaime Valenzuela, profesor de tesis (Instituto de Historia UC)
Dr. Simón Urbina, codirector de tesis (Universidad Austral de Chile)
Dra. Ximena Urbina, profesora especialista (Pontificia Universidad Católica de Valparaíso)
Dr. José Manuel Zavala, profesor especialista (Universidad de Chile)
Resumen de tesis
“Los límites del éxito. La expansión hispanocriolla en Vutahuillimapu (1700-1820)”
A fines del período colonial la administración hispanocriolla había conseguido erigir en Vutahuillimapu una serie de enclaves coloniales mediante la negociación política y la construcción de acuerdos con los caciques y ulmenes de la región. A pesar de que se consiguió la fundación de 10 misiones (Arique, Niebla, Gaguihue, Quinchilca, Río Bueno, Dallipulli, Cudico, Quilacahuín, Cuyunco y Costa), el establecimiento de una serie de fortificaciones (Cruces, Quinchilca, Río Bueno y Osorno), la apertura del camino de Valdivia a Chiloé y la refundación de la ciudad de Osorno, no se logró subordinar políticamente a los caciques y ulmenes, ni controlar socialmente a los integrantes de sus parcialidades.
Empero, con la profundización de nuestra investigación nos vemos obligados a destacar una cuestión que habíamos soslayado en nuestro afán de cuestionar la dominación política y social de los indígenas. Esta cuestión fue el gran éxito que tuvieron los hispanocriollos de Valdivia en el último tercio del siglo XVIII. Los destacables logros que alcanzaron los gobernadores y funcionarios de indios de dicha jurisdicción en el establecimiento de relaciones amistosas con los líderes del territorio.
En este sentido, este trabajo es un esfuerzo por conciliar dos cuestiones que en un comienzo nos parecían contradictorias. La incapacidad, por un lado, de la administración colonial hispanocriolla y los misioneros franciscanos para subordinar y convertir a los indígenas de sus fronteras. Con el tremendo éxito que tuvieron en su expansión hacia Vutahuillimapu desde la década de 1770. Momento en el cual fue materializada una política de fundación de misiones y erección de fuertes por el gobernador Espinosa, que fue propiciada por las rivalidades que tenían entre sí los distintos líderes de las parcialidades. Fueron estas rivalidades las que aprovechó también el gobernador Pusterla a fines de la década de 1780 para abrir comunicación terrestre entre Valdivia y Chiloé.
La expansión hispanocriolla tuvo éxito, en gran medida, gracias a las enemistades entre las distintas parcialidades de la región. En este sentido, fueron los líderes indígenas quienes propiciaron la expansión colonial al solicitar la alianza de la gobernación de Valdivia, con el objeto de hacer frente a los conflictos que mantenían con parcialidades enemigas. El mérito de los gobernadores valdivianos fue haber identificado estos conflictos intestinos y haberlos utilizado a su favor.
Con todo, la existencia de enclaves coloniales no se tradujo en una dominación política de las parcialidades indígenas adyacentes. Es más, los hispanocriollos requirieron para el establecimiento de estos de la autorización de caciques y ulmenes, los cuales fueron reconocidos políticamente, distinguidos socialmente y agasajados económicamente por la administración colonial. No obstante, no dejan de ser sorprendentes los logros que alcanzaron los colonizadores en esta región de América meridional, sobre todo si se comparan con los resultados que obtuvieron otras regiones fronterizas como la Araucanía o la Pampa.
En suma, el éxito hispanocriollo estuvo circunscrito al beneplácito de las autoridades indígenas, las cuales, si bien concedieron tierras para la instalación de los enclaves coloniales, siguieron manteniendo su autonomía política y ejerciendo control territorial del espacio. Es por esto que a comienzos del siglo XIX las autoridades de la superintendencia de Osorno y la gobernación de Valdivia siguieron sintiéndose amenazadas por un posible “alzamiento” indígena, razón por la cual continuaron actuando con cautela y cultivando una política de buen trato, distinción y agasajo de los caciques y ulmenes de sus fronteras.