La profesora, y Premio Nacional de Historia 2018, participó esta semana del encuentro "Mujer: ¿qué te preocupa?", organizado por la Consejería Superior UC. Allí se refirió al papel de las mujeres en la academia, los desafíos de este rol y también abordó en particular lo que significa hacer historiografía a partir del espacio femenino.
Enmarcadas en el mes de La Mujer, la Consejería Superior UC se encuentra realizando diferentes actividades para reflexionar sobre el lugar de las mujeres en la academia, en la vida pública y otros espacios.
Por lo mismo, el pasado 12 de marzo, la académica del Instituto de Historia UC, Sol Serrano, expuso en el Aula Magna del Campus San Joaquín sobre el camino de las mujeres en espacios masculinizados, además de vincular esta experiencia con su trayectoria.
Allí y con la presencia, principalmente de estudiantes, la historiadora se refirió primero a la evolución histórica de la participación femenina en las universidades: “Ha cambiado radicalmente con el paso de los años. Si miramos los últimos cinco años, y vemos quiénes entraron a ser académicos en las universidades, el crecimiento de las mujeres es exponencial. En mi disciplina es hoy más o menos parejo el número de hombres y mujeres y sólo se ha logrado a través de elementos que han sido clave. Por ejemplo, considerar la maternidad en la vida académica ha sido especialmente relevante para una universidad católica”.
Sin embargo, la historiadora explicó que el desafío en este ámbito hoy tiene que ver con “cómo asimilamos las diferencias y la igualdad entre hombres y mujeres en este campo. Creo que hay algo importante para pensar en el futuro”.
Historiografía y mujeres
En el segundo bloque del encuentro, que tuvo por título "Mujer: ¿qué te preocupa?" la historiadora se refirió a la vocación, a la formación profesional e intelectual, señalando que: “El conocimiento es una forma de amor. Hay que estar enamorada, llegando a la certidumbre de que lo que prevalece es la vocación y dedicarse a eso”.
Al cierre de la jornada, y al ser consultada por el “estado del arte” en la historiografía sobre mujeres, la académica explicó que: “Hoy, lamentablemente, en la historiografía de las mujeres la cantidad de lugares comunes, sin la menor crítica, es abundante. Lo interesante es ser críticos con todo, con los lugares comunes propios incluso. Hay que hacerse preguntas, no dar todo por sentado".