“Don Hugo” se despide del Instituto de Historia y de la Facultad, luego de 49 años de servicio en la UC


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Cuando Hugo Briñero Cerda tenía 20 años ingresó a la UC, al Instituto de Historia como estafeta. Con casi 49 años cumpliendo un trabajo excepcional, “Don Hugo”, como le dicen todos los que lo conocen, se despide de la Universidad que lo vio crecer, tanto como trabajador y como persona.

“Estoy nervioso porque me voy después de cuántos años aquí, voy a echar de menos”, expresa “Don Hugo” y recuerda cómo ingreso a la Universidad: “yo estaba estudiando en la Escuela de Suboficiales del Ejército, tenía 20 años. No me gustó y entonces me retiré. Había un señor que se llamaba Luis Pérez Solari, mi mamá le lavaba ropa y yo un día fui a buscarla y me preguntó si quería entrar a la Universidad y yo le dije que sí. Él era jefe del administrador”.

Un lunes de 1969, llegó al campus Apoquindo, cuando el director del Instituto de Historia era Javier González Echeñique, y donde estaría a prueba por un tiempo. “Yo vivía en el campus, teníamos una pieza que le decían ‘La Perrera’, éramos puros auxiliares y un cabro que era de la biblioteca. Lo pasábamos bien. Yo estuve sin contrato ese año, entonces era complicado porque para las vacaciones salieron todos y yo tuve que quedarme en el campus regando los jardines”, evoca.

Ya en el año 1972, coincidiendo con la fecha de su matrimonio, el Instituto de Historia se trasladó al Campus Oriente. “Donde íbamos a llegar no estaba listo y nos metieron a todos en una sala, la G5. Estábamos el director, la secretaria y yo. Y ahí había un libro donde los profesores firmaban la asistencia y se iban para la casa porque no tenían a donde estar. No había nada”, señala. 

En los años 80, cuando se creó la Licenciatura en Historia y ya estaban plenamente instalados en el Campus Oriente, “Don Hugo” recuerda que el Instituto creció significativamente: “Creció mucho Historia, y llegaron más profesores. Ahí todos éramos uno. En el Campus Oriente tú salías y te encontrabas con todo el mundo, con profesores y alumnos. Y todo el mundo se conocía”, declara.

“Yo era el único funcionario que estaba ahí, era el que hacía el aseo, salía al centro, sacaba fotocopias y a veces me ponía a escribir a maquina los esténciles para los profes. Las hacía todas. Lo bueno es que a mí siempre me trataron muy bien y siempre tuve mi espacio propio”, agrega.

A partir del 2001, con la integración de la Facultad y el traslado al nuevo edificio en el Campus San Joaquín, Hugo Briñero, pasó a ser su mayordomo. Nos cuenta que el Decano en ese entonces, René Millar, lo llamó a su oficina y le preguntó si él era el funcionario más antiguo. “Le dije que yo era el más antiguo y me informó que iba a ser el mayordomo del edificio”. recuerda. 

Conocidas fueron las excursiones con los profesores de la Facultad a la montaña, cerca de su casa, debido a que arrienda caballos en Lo Barnechea, donde ha vivido por más de 30 años. “Siempre han sabido que yo tengo caballos, entonces un profesor me preguntó un día si podíamos hacer una excursión. ‘Hagámosla’, les dije. Eran como 7 los que fueron la primera vez, lo pasamos muy bien. Llegamos arriba y lo primero que les hice fue una cazuela. Estaban contentos”.

“Una de las mejores que realizamos fue cuando fuimos con las profesoras y los profesores. Fueron como 15 esa vez. Y se quedaron en carpas por todo el fin de semana. Yo los trataba como cabros chicos a los profes”, añade.

Otra actividad que hace anexa a su gran desempeño como mayordomo, es ser parte del conjunto folclórico de la UC, formado hace aproximadamente 25 años, y que se ha ganado distintas distinciones, de las cuales destaca el premio Artificia UC. Se presentan frecuentemente en la Universidad y también en eventos externos.

“Por el grupo han pasado muchos, de los antiguos quedamos cuatro. Cuando empezamos en el Campus Oriente lo integraban alumnos, funcionarios y profesores. Yo toco el tormento y el bombo, pero cuando empezamos toqué guitarra. En enero de este año fuimos a Chiloé con todo pagado a estudiar la música chilota”, indica. A pesar de que ya no es funcionario de la institución, Hugo asegura que va a seguir participando en el grupo y asistiendo a todos los ensayos.

Hugo Enrique Briñero Cerda nació en Quinta Normal, pero a los 5 años se fue con su madre a Lo Barnechea, donde actualmente vive con su esposa, Ana, con la que tuvo tres hijos. “Mi esposa siempre ha estado en contacto con la Universidad, con las secretarias y los profesores, porque yo los invitaba a comer. Tiene muy buena relación con todos. Es una mujer que no pasa penas, siempre está alegre, pero no le gusta las cuecas ni los caballos”, aclara entre risas. 

También recuerda los viajes que hizo con su esposa gracias a los reconocimientos por años de servicio en el Instituto de Historia: “cuando cumplí 30, el Instituto me regaló un viaje a Buenos Aires por una semana, y a los 45 años un viaje a Brasil, también por una semana”.

Ahora, después de casi 49 años al servicio del Instituto de Historia y de la Facultad, “Don Hugo”, hoy el funcionario más antiguo de la UC, conoció y les dio la bienvenida a todas las generaciones de Licenciados de Historia que se han formado en la Universidad. 

Yo jugué a la pelota con el profesor Fernando Purcell y cuando estábamos en la cancha yo le dije: ‘tú vas a ser el futuro director de Historia’ y me dijo que estaba loco. Y fue director de Historia”, relata. También indica que conoció a la profesora Sol Serrano cuando era alumna, y al actual Decano de la Facultad, Patricio Bernedo.

Como cualquiera pensaría, después de 49 años de trabajo ininterrumpido desde las 10:00 hasta las 19:00 hrs, “Don Hugo” debiera tomarse su merecida jubilación, pero eso no esta en sus planes: “ahora voy a buscar pega, quería tomarme julio para hacer algunas cosas que tengo que hacer, pero ya me están ofreciendo pega, puede ser un reemplazo en la misma Universidad”, concluye entre risas. 


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