Los clubes de fútbol como espacios políticos


 

Futbol y politica coar optRecientemente en nuestro Instituto de Historia se realizó la charla titulada “Ciudadanos y deportistas: fútbol y política en el siglo XX chileno”, impartida por la profesora invitada Brenda J. Elsey de Hofstra University.

Esta actividad fue organizada por nuestro instituto y auspiciada por el Fondecyt Regular 1181460 del profesor Jorge Rojas, el cual investiga la relación del gobierno de Gabriel González Videla con los comunistas entre 1946 y 1952

Uno de los aspectos que aparecieron en el estudio desarrollado por el académico de nuestro Instituto, fueron las estrategias y espacios que crearon los comunistas para seguir actuando cuando se desató la persecución en su contra, y uno de ellos fue el de los clubes de futbol.

“A partir de eso me empecé a interesar en los temas de futbol, como espacios de acción política en los clubes de barrio y me contacté con Brenda para programar una visita que sirviera para el proyecto y tuviera un rol de difusión más amplio”, señaló Rojas.

La presentación que realizó la docente se enfocó en difundir su libro, el cual habla de equipos amateurs y cómo la mujer, a través del deporte y en especial el futbol, fue conquistando nuevos espacios.

Mostró los primeros equipos de futbol femenino, que comenzaron a aparecer en la década de 1910. Aún cuando no habían demandas especificas de estas mujeres, el solo hecho de organizarse ya era un símbolo político. Lo político, no solo como lo reivindicativo explicito, o vinculado al plano de representación parlamentaria frente al Estado, sino que cualquier ejercicio de relaciones de poder.

En su persectiva, el hecho de elegir dirigentes o relacionarse con juntas de vecinos, demandar canchas al Municipio, además del vinculo y la asociación con la gente, constituyeron actos de aprendizaje político de gran repercusión para vastos sectores.

Desde una mirada más actual, Brenda, también está investigando el caso de las mujeres que juegan en los equipos más grandes de Chile, como Colo-Colo, y cómo tanto las jugadoras como las hinchas han intentado levantar un discurso feminista, defendiendo la igualdad de trato y un mejoramiento en las condiciones para el desempeño de la liga femenina. Todo esto no ha estado exento de tensiones, debido al predominio de una cultura machista al interior de estos clubes.

Con respecto a los primeros clubes femeninos de futbol, su sola existencia definió una acción con fuerte connotación contestataria, ya que fútbol era definido como un deporte de “roce”, no apto para mujeres. Los deportes considerados apropiados para la mujer eran otros, como el tenis o el basketball.

Según la profesora Elsey, los clubes de futbol amateurs estuvieron relacionados muy tempranamente con la política. Originalmente era una práctica de las colonias y pronto, ya en 1910 aparecieron obreros jugando futbol, conformando ligas obreras con participación sindical. Los sindicatos, sobre todo aquellos de orientación más de izquierda, buscaron con ello retener a sus socios y disputar la influencia que comenzaron a ejercer los empresarios, apadrinando clubes deportivos.

El profesor Rojas, por su parte, descubrió una relación especial del Partido Comunista con los equipos de fútbol en el contexto de represión que sufrieron a partir de la promulgación de la Ley de Defensa de la Democracia en 1948: “El PC, que ya tenia presencia en algunos clubes, con militantes y dirigentes, utilizó esos espacios para mantenerse a cierto resguardo de la vigilancia policial. Con la nueva ley los comunistas quedaron excluidos no solo de los registros electorales, perdiendo el derecho a voto, sino que se les prohibió integrar sindicatos, además de difundir sus ideas a través de los medios de comunicación social”.

En ese escenario los clubes deportivos, sometidos a un menor control , permitieron que los comunistas pudieran mantener cierta presencia, tanto en los barrios populares como en comunas rurales, desarrollando allí una activa vida en el plano recreativo, social y cultural.