La profesora de la Universidad de Roma Tre, Maria Rosaria Stabili fue reconocida por sus investigaciones sobre historia de Chile y su rol como promotora de las relaciones culturales entre Chile e Italia. Académicos del Instituto de Historia recordaron emotivamente su influencia en sus vidas y trayectorias, en una ceremonia realizada en el mes de octubre. Conversamos con la profesora Stabilli, sobre este importante reconocimiento, su vínculo con Chile, y su trabajo como historiadora.

La profesora María Rosaria Stabili, nos confesó que mediante nuestro decano, Patricio Bernedo, se enteró que recibiría el reconocimiento: “Para mi testimonia que mis pasos por Chile y mi estadía en la Universidad Católica como profesora visitante en los años 80 y, desde entonces, hasta ahora, tuvo para los colegas y estudiantes chilenos algún sentido y dejó algunas huellas. Esto me produce una gran emoción”.

En cuanto a su primera aproximación a nuestro país, manifestó que fue a través de la cultura: “Fueron las poesías de Neruda cuando era una adolescente y después, estudiante universitaria, la política chilena: primero la experiencia de gobierno de  Unidad popular y después el golpe militar. Entonces fue primero la poesía, después la política”.

Actualmente Stabili dicta cursos sobre historia e instituciones de América Latina, región que ha sido objeto de su interés durante gran parte de su carrera. Si bien al interior de la región coexisten varios países, la académica señaló que “no hay una explicación” el hecho de haber elegido Chile como objeto de estudio. “Desde joven, sin saber exactamente el porqué, sentía un gran interés por este país. Uno de los motivos tiene que ver con la poesía y los eventos políticos chilenos. En Italia, pero también en California, donde en los años 1973-1976 seguía mis cursos de doctorado en Berkeley, el golpe de 1973 produjo un impacto muy fuerte. En ese entonces, la historia de Chile había salido de sus fronteras nacionales y algunas de sus experiencias políticas, de “laboratorio”, como la `revolución en libertad` de Eduardo Frei Montalva y ‘la via chilena al socialismo’ de Salvador Allende, eran consideradas por los demócratas de todo el mundo como modelos de referencia y el golpe militar produjo un gran asombro, un gran dolor y necesitaba explicaciones”.

“Chile, mucho más que otros países latinoamericanos, era conocido en el extranjero por su larga historia de estabilidad institucional, y planteaba la necesidad de comprender lo que había pasado.  Entonces fue el presente chileno lo que me empujó a explorar su pasado”, agregó al respecto.

Durante cuatro años, entre 1982 y 1986, la Dra. Stabili se desempeño como profesora en Historia UC, en este momento comenzó a forjarse una estrecha relación con la UC, sus profesores y estudiantes. Como “muy intensos y enriquecedores”, calificó esos años la Doctora: “Aprendí mucho de mis colegas chilenos y también de los estudiantes.  Tratar de entender qué significaba investigar y estudiar en dictadura, averiguar los límites en la libertad de expresión y enseñanza, atreverme a abrir horizontes nuevos  y críticos de pensamiento, fue un desafío grande. Sobre todo conjugar mi identidad de historiadora con la de ciudadana democrática”.

“La necesidad de entender a Chile, su gente, su historia y mirada desde ese presente, me llevaron a pasar mi tiempo no sólo en la Universidad y en los archivos, sino también en la calle. Me fui involucrando en los hechos chilenos”, agregó.

Debido a su indiscutible experiencia como historiadora, docente, investigadora y con cerca de una docena de libros publicados, es esencial para cualquier estudiante de la disciplina, conocer cómo se logra alcanzar una carrera así de fructífera.”Elegí ser historiadora porque estaba convencida que es una disciplina que mucho más que otras, obliga a la comprensión, a la explicación de los eventos y procesos y no a formular juicios  o aplicar esquemas interpretativos generalizados y apriorísticos. Entonces,  creo que es fundamental que los estudiantes  de historia  aprendan que la historia no es solo reconstrucción de eventos del pasado sino que con su método, ofrece herramientas que permiten administrar y mediar las diversidades étnicas, culturales y valóricas; las diferentes vivencias y memorias que constituyen la comunidad  nacional e internacional.”.

“Un estudioso de la historia está obligado al respeto e interés por las mujeres y los hombres que se encuentra estudiando, los muertos y los vivos. Por los que fueron o son, por lo que pensaron o piensan, por lo que hicieron o hacen. Y tienen que atreverse a pensar libremente y críticamente, a buscar nexos entre eventos y procesos que aparentemente no tienen relación entre si”, aconsejó la Dra. Stabili.

Para finalizar nos indicó qué es lo más importante que ha aprendido durante su carrera de historiadora: “La humildad y el asunto que no existe una verdad, monopolio de alguien, sino que hay varias aproximaciones a la verdad que puede ser se logre  reconstruir con un aporte colectivo, nunca individual”.