Repensar a Leonardo desde las ciencias y las letras


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Sobre el Seminario “Leonardo, nuestro contemporáneo” que se desarrollará el 2 de mayo de 2019, escribe el profesor por José Ragas, Instituto de Historia UC.

Pocas personas suelen reflejar las contradicciones, tensiones y beneficios del trabajo conjunto de las ciencias y las letras como Leonardo da Vinci. Su actualidad, en medio de un escenario como el actual donde las ciencias y las letras marchan caminos distantes y paralelos, es más que necesaria, incluso a medio milenio desde su nacimiento. Un lugar común consiste en apreciar sus habilidades y venerarlo como el genio que es, pero sin percatarnos de que la simpleza de su brillantez provenía de no crear barreras en su aproximación al mundo natural.

Difícilmente encontraremos alguien como Leonardo el día de hoy. El ejercicio que implica menos esfuerzo consiste en buscar en Silicon Valley algún gurú de la tecnología que proclame a los cuatro vientos que la solución para nuestros problemas –presentes y futuros– se encuentra en los sistemas digitales. Solo para percatarnos poco después de su propia visión de túnel y sesgada, tanto como las apps o algoritmos que prometen un mundo mejor en la actualidad y terminan profundizando las desigualdades ya existentes. No en vano Bill Gates, dueño y fundador de Microsoft, posee el Códice Leicester, un conjunto de documentos personales de Da Vinci, a través de los cuáles Gates busca crear un vínculo entre el Renacimiento y Silicon Valley. No obstante, la distancia se mantiene.

Si Leonardo llama la atención y sigue asombrando es por su capacidad para producir maquinarias sofisticadas o diseños arquitectónicos de una belleza tal visible en cuadros como La Mona Lisa o La Última Cenao en los dibujos anatómicos que nos dejó. Hay algo que hemos perdido en estos últimos quinientos años, y que si bien hemos ganado en conocimiento científico, este ha dejado de lado el aspecto humano alrededor del cual se centraba la totalidad de su visión.

El presente evento busca precisamente llamar la atención de cómo retornar a la unión de las ciencias y las letras, una división arbitraria y artificial que no nos ha dado las respuestas que hemos buscado. Y entender por qué Leonardo, pese a todo, debe seguir siendo nuestro contemporáneo.