Recientemente nuestro Instituto organizó el primer Taller Doctoral en Culturas políticas, actividad coordinada por las postdoctorandas de Historia UC: Susana Gazmuri y Camila Gatica.

La instancia, que se desarrolló durante tres días en el mes de enero, recibió 9 postulaciones: siete del postgrado de nuestro Instituto, mientras que las restantes procedían de la Facultad de Letras UC, CECLA de la Universidad de Chile, Antropología de la PUCP, y finalmente, de la School of Philosophy, Religion and History of Science de la University of Leeds. De estos 9 postulantes, 7 participaron activamente.

Esta es la primera vez que se organizada un Taller Doctoral, encuentro ideado por el profesor Rafael Gaune, Jefe de Investigación y Postgrado, y se pretende que no sea la última. Susana Gazmuri, una de las organizadoras señaló que “la idea es poder darle continuidad en el tiempo un taller metodológico para estudiantes de doctorados que ya están haciendo sus tesis”.

La convocatoria para participar era abierta a todas las universidades que tuvieran programas de doctorado: “Se hizo un llamado a postulación y se les pedía un resumen de su tesis y su curriculum, para saber en qué momento estaban de sus estudios y de qué estaban investigando (…) La idea era que fuera lo más abierto posible y tener diversidad de intereses para que fuera un taller rico en lo metodológico”, aclaró Camila Gatica.

El Taller Doctoral tuvo como actividades principales las tres charlas magistrales dictadas por el profesor Antonio Álvarez-Ossorio, académico de la Universidad Autónoma de Madrid - Madrid Institute for Advanced Study (MIAS); Las ponencias del académico se titularon: "Los cortesanos: forma de vivir en la monarquía de España", "Las noblezas de la monarquía: una perspectiva comparada" y "Un duende en la corte: Fernando de Valenzuela, de hidalgo a primer ministro de la monarquía"

Luego, se realizaron los talleres metodológicos, donde hubo espacio para discusiones entre los estudiantes, el profesor y las coordinadoras. “En la primera sesión discutimos un artículo de Antonio que era sobre la idea de culturas políticas y cómo a cada uno de ellos les servía para sus trabajos. Y en las siguientes dos sesiones cada uno presentó una fuente histórica y también discutimos su potencial o los problemas que podría tener como fuente, cómo se ajustaban y servían a la tesis”, detalló Susana.

Las profesoras organizadoras, hicieron énfasis en que este era un taller metodológico y no temático, por eso no era un requisito que las tesis de los estudiantes pertenecieran a un mismo periodo, por ejemplo. Se presentaron proyectos de los siglos XVII, XVIII, XIX y XX. “Lo que tenían que hacer los estudiantes era tomar el concepto que estaba trabajando Antonio en sus charlas magistrales y llevarlos a cada una de sus investigaciones y a sus análisis de fuentes”, apuntó Camila.

¿Cómo creen que estos talleres ayudan a la investigación de los estudiantes de doctorado?

Susana Gazmuri: En general el doctorado es un proceso solitario, a pesar de que tienes un profesor guía. Muchas veces uno se enreda porque la conversación siempre es con uno mismo o un solo interlocutor, así que hablar sobre lo que estas haciendo o simplemente explicárselo a alguien, ya te ayuda aclarar qué es lo que quieres y cuáles son tus preguntas.

Además, es una oportunidad para discutir tu trabajo de tesis y para empezar a presentarlo, que es algo importante en la vida de un académico: contestar preguntas, improvisar y aceptar que uno no lo tiene todo claro.

Camila Gatica: El ejercicio de las fuentes es un gran ejemplo. Cuando nosotros le pedimos que trajeran las fuentes, la idea es que no presentaran una ya analizada y solucionada, sino que fuera complicada, porque las distintas visiones de análisis de los demás podrían abrir otras posibilidades para ese mismo documento. En una instancia normal no necesariamente se va a dar.

“Fue un ejercicio de pensar en conjunto. Comunidad y apoyo intelectual. Aprender a generar instancias de generosidad”, recalcó Camila Gatica.