Diego Vilches obtiene su Doctorado en Historia con la tesis "Sexo, marihuana y revolución": Una visión de la rebeldía juvenil durante la Unidad Popular


El programa de Doctorado en Historia se complace en anunciar que Diego Vilches obtuvo su grado de doctor tras defender con éxito su tesis titulada “Sexo, marihuana y revolución”. Representaciones de la rebeldía juvenil durante la unidad popular: 1970-1973. La tesis fue realizada bajo la dirección del profesor Manuel Gárate.

Esta investigación analiza cómo la rebeldía juvenil y sus expresiones culturales y políticas intensificaron la lucha de clases y radicalizaron la vía chilena al socialismo durante la Unidad Popular. Sostiene que la llegada al poder del compañero presidente y los efectos de la revolución cultural de los años sesenta crearon una brecha generacional y de valores, que fue aprovechada por los jóvenes para impulsar sus agendas personales, afectivas y políticas.

 

El Comité de Tesis estuvo integrado por:

Dr. Manuel Gárate, profesor de tesis (Instituto de Historia UC)

Dr. César Albornos, profesor especialista (Instituto de Historia UC)

Dr.  Fernando Purcell, profesor especialista (Instituto de Historia UC)

Dra. Ana María Ledezma, profesora especialista (U. Alberto Hurtado)

 

Resumen de Tesis

“Sexo, marihuana y revolución”. Representaciones de la rebeldía juvenil durante la unidad popular: 1970-1973

A través de una historia de la rebeldía juvenil, y de cómo sus expresiones culturales y políticas agudizaron la lucha de clases y, por lo tanto, radicalizaron la vía chilena al socialismo, esta investigación busca contribuir a la historiografía de la Unidad Popular. Esta investigación propone que la asunción del compañero presidente, junto con las consecuencias de la revolución cultural de los años sesenta, abrieron una brecha generacional y valórica que fue aprovechada por grupos significativos de jóvenes para desarrollar sus agendas personales, afectivas y políticas y, de esa forma, cuestionar y tensionar las estructuras tradicionales de la sociedad como la familia y el género.

Estos cuestionamientos, juntos con la liberación sexual juvenil y el consumo de drogas, fueron considerados, por sectores conservadores, como la evidencia de que el país experimentaba una aguda crisis moral vinculada con el avance del comunismo. Las expresiones culturales de la rebeldía juvenil fueron claves en el desarrollo de un discurso conservador, y de oposición, que demandó una restauración tanto de la autoridad como de la moral. Ante el avance del programa de transformaciones estructurales de la UP, radicalizado por las direcciones políticas y populares de la juventud rebelde, junto al desafío juvenil hacia la familia tradicional y los tabúes sexuales, la reacción contrarrevolucionaria y conservadora se articuló en torno a la defensa de la tradición, la familia y la propiedad.