El  programa de Doctorado en Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile cuenta con un nuevo doctor. Es el caso de Santiago Aránguiz Pinto, que este jueves 20 de diciembre realizó la defensa de su tesis titulada “Rusia Roja de los Soviets: Recepciones de la Revolución Rusa, del bolchevismo y de la cultura política soviética en el mundo obrero revolucionario chileno (1917-1927)”, tesis realizada bajo la dirección del profesor Alfredo Riquelme Segovia.

El comité evaluador de la tesis estuvo integrado por el profesor tutor Alfredo Riquelme, los profesores del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la USACH, Olga Ulianova y Rolando Álvarez y el profesor del Instituto de Historia, Fernando Purcell. 

Resumen:

Con el objetivo de estudiar el impacto de la Revolución Rusa, del bolchevismo y de la cultura política soviética en el mundo obrero revolucionario chileno entre 1917 y 1927, esta investigación sostiene como hipótesis que el triunfo bolchevique y la instalación del régimen soviético en Rusia ejerció una influencia decisiva en la concepción ideológica, cultural y simbólica de las organizaciones obreras chilenas de raigambre socialista, comunista y anarquista. Poniendo énfasis en que en torno a las “recepciones” de la Revolución de Octubre se animaron debates políticos e ideológicos al interior de las nacientes orgánicas de izquierda, en esta oportunidad se examinaron los modos en que dichos fenómenos históricos fueron apropiados y re-significados por la prensa obrera chilena que contribuyó a dotar de sentidos y significados los postulados irradiados desde la Rusia soviética.

A partir de lo anterior, es posible afirmar que los debates y tensiones que marcaron la etapa formativa de la cultura política de las izquierdas en Chile durante los últimos años de la década del Centenario y a lo largo de la siguiente se estructuraron sobre la base de que lo soviético se convirtió en un factor decisivo a partir del cual se construyeron los imaginarios políticos y las prácticas culturales del mundo obrero revolucionario chileno. Mientras que para socialistas y comunistas el “sovietismo” se erigía como modelo de sociedad, para los anarco-libertarios, en cambio, la República Obrera y Proletaria era la explicitación de un régimen coercitivo y autoritario. Las profundas desavenencias entre aquellas culturas políticas no hicieron sino explicitar algo que estaba a la vista de todos: que la Revolución de Octubre y el régimen soviético no dejó a nadie indiferente.