Profesores Patricio Bernedo y Sol Serrano cuentan su experiencia de cómo contar la historia en televisión


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En el ciclo “Formas de contar historias”, los académicos dieron cuenta de los desafíos de crear un programa de TV historico, a partir de la serie “Nuestro siglo”, que fue transmitida por TVN en 1999 y que buscó mostrar el siglo XX a través de los relatos de personas que vivieron los diferentes hechos.  

¿Cómo se cuenta la historia en un programa de televisión? ¿Aún más, cómo se logra que un programa sobre historia alcance éxito de audiencia en horario prime?  Ese fue precisamente el tema que abordaron los profesores del Instituto de Historia Sol Serrano y Patricio Bernedo, quienes se refirieron a su experiencia en "Nuestro siglo", serie transmitida en 1999 por Televisión Nacional, en el marco del ciclo de conferencias “Formas de contar historias”.

Como recuerda Sol Serrano, hacía tiempo que la documentalista María Elena Wood tenía la idea de hacer un programa de TV sobre el siglo XX en Chile, idea que fue tomando forma en una "larga" conversación entre ambas. A este proyecto fue invitado participar el entonces profesor de Comunicaciones y ex director del Instituto de Historia Patricio Bernedo. "Los dos teníamos una sensibilidad hacia las comunicaciones. No se trataba de pasar un libro de historia a la TV, sino entender el lenguaje de la TV para contar la historia", explica la profesora.
 
Lo primero fue encontrar un punto de vista, de manera de darle un sentido a la narración. "La televisión tiene una virtud: su capacidad de mostrar emociones", dice. Por eso optaron por mostrar el siglo XX a partir de cómo lo vivieron las propias personas.
 
El proyecto, por supuesto, tuvo sus dificultades. Como recuerdan los historiadores, aunque recibieron el apoyo del director del canal, convencer al directorio de pasar un programa de la historia reciente de Chile por las pantallas del canal nacional, no fue fácil. "¿Cómo explicarles que no se trataba de dar una interpretación determinada de la historia, sino que aquí había espacio para todo el mundo?", se preguntó la investigadora. Finalmente la iniciativa fue aceptada, aunque no estuvo exenta de críticas. "En una historia como la nuestra, tan profundamente fragmentada, sentir empatía por el propio pasado no significa alabarlo ni menos dejar de ser crítico, sino darse cuenta de que es una experiencia compartida", afirma.

Como explica Bernedo, después de largas discusiones, se definieron los periodos que se abordarían en ocho capítulos, desde 1900 hasta 1999. Luego se formó un equipo. "Nuestro trabajo era alimentar a los guionistas y directores", cuenta; proceso que tampoco estuvo excento de dificultades. Otro reto fue conseguir material de archivo, fotografías y filmaciones de la época, lo cual se consiguió a través del propio público. Asimismo, fue necesario encontrar personas que hubiesen vivido los distintos hechos, que estuvieran dispuestas a enfrentarse a las cámaras y que tuvieran la capacidad de desenvolverse ante ellas. 

Otra dificultad fue la revisión de los guiones. "Se debe chequear lo que dice la gente con respecto a la historia, ya que en su mayoría se trataba de entrevistados mayores", dice Bernedo. La vara era alta, ya que en el mismo periodo la TV pública alemana y la BBC británica, estaban presentando programas similares, “sin escatimar recursos”, afirma el professor y agrega: “TVN es un canal publico pero tiene que autofinanciarse, es decir, le tenía que ir bien al programa”.

A pesar de todas estas dificultades, “Nuestro siglo” fue un programa exitoso, con alto rating, siendo visto por dos millones de personas e incluso, fue retransmitido al año siguiente. Obtuvo el premio al mejor documental en el Festival de Viena del año 2000. Fue repartido a todas las bibliotecas y liceos del país, así como también se subtituló al inglés y se envió a universidades de Estados Unidos como material de estudio. 


INFORMACIÓN PERIODÍSTICA:
Nicole Saffie, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.