Profesora Sol Serrano «Las humanidades están en el fundamento de las ciencias»


SOL-SERRANO vision

 

Cien por ciento historiadora asume con entusiasmo su cargo en un área completamente diferente. Esta es la primera vez en su vida que dice sí a un cargo, hasta ahora siempre se había negado, y cree que fue un segundo de debilidad el no haber vuelto a decir que no. Sol Serrano es una destacada historiadora que junto a sus hermanas forman un férreo clan, unidas no solo por la sangre, sino porque son gozadoras de la vida.

Le gusta ir al cine −sin cabritas ni celulares sonando−. «Ir a la vermouth como se decía antes, la sala oscura y la pantalla grande, sin interrupciones». Le descansa reírse con sus hijos, cuatro hombres; el campo familiar y andar en su caballo. Con su marido comparte el sentido del humor y la afición por la lectura. Él es el encargado de proveer novelas, leen a un autor in extenso. Acaban de terminar las obras de Amos Oz. «Hay muchas cosas maravillosas de tener marido, la que menos se dice es el placer del silencio compartido».

«Yo soy historiadora por sobre todas las cosas en este mundo, pienso como historiadora, vivo como historiadora, escribo para historiadores y me doy cuenta que estamos en un punto del desarrollo disciplinario en el cual podemos terminar siendo un poco irrelevantes para la sociedad. La sociedad nos tiene que preguntar todos los días por qué nos financia, por qué educamos a sus hijos, y nosotros tenemos responder siempre por qué».

—¿Y por qué son relevantes las ciencias sociales para la sociedad?

—Porque explican empíricamente la sociedad, la interpretan y desde allí contribuyen al diseño de políticas públicas que desde el Estado o la sociedad civil, contribuyen a su transformación. Las humanidades en cambio no tienen conocimiento aplicado y eso es lo que las hace únicas. No son un producto, iluminan. Mi crítica, que es una autocrítica a las humanidades y a todas las disciplinas, es que nos hemos concentrado mucho en debates teóricos internos y poco en qué sentido le damos a lo que pensamos. Eso lo encuentro doloroso. Creo que las humanidades se han concentrado excesivamente en sí mismas, olvidando el sentido de su origen que es la virtud cívica.

—Es curioso que una vicerrectora de Investigaciones sea de humanidades, ¿le sorprendió a usted?

—Totalmente y creo que fue precisamente la señal que quiso dar el rector. De hecho causó cierto ruido porque siempre han venido de las ciencias exactas, especialmente Biología. Sin embargo, creo que el desafío no es representar aquí el interés de las disciplinas de las humanidades, no vengo con un afán corporativo, sino con la profunda convicción de que las humanidades son las que permean toda la universidad porque al final son el cimiento de toda forma de conocimiento. En las humanidades es donde está el sentido y cuando estamos haciendo ciencia pura en la cual el objetivo único es el desarrollo interno de la propia disciplina, en un momento nos dejamos de preguntar por el sentido. Las humanidades están en el fundamento de todas las ciencias. Quisiera que ello se expresara en la Vicerrectoría.

—¿Cómo ha pensado abordar esta tarea?

—Estamos en un cambio de paradigma del sentido de la investigación en las universidades. La universidad moderna de investigación que nació en el siglo XIX y se expandió mundialmente en el XX, significó consolidar las disciplinas, fue la revolución del conocimiento. Hoy transitamos lentamente, demasiado lentamente, de lo disciplinario a un tipo de conocimiento congregativo que se plantea problemas cuya complejidad requieren múltiples formas del saber. No es un abandono de las disciplinas, sino un diálogo entre ellas que a su vez las transforma. Lo más difícil de la interdisciplina es que no sea una suma sino un diálogo. De hecho, los journals de corriente principal siguen siendo fuertemente disciplinarios. La interdisciplina todavía no tiene un domicilio consolidado.

Lo que me gusta de esta vicerrectoría es que su definición es conceptual, es una propuesta de qué entendemos como la misión del conocimiento. Es investigación, doctorado, transferencia e innovación. Nuevamente, no son sumas de unidades administrativas, es una declaración. Hoy, sus principales líneas a futuro son la interdisciplina y la internacionalización.

—¿Y cómo se hace para que la universidad sea más internacional aún?

—Tenemos que pasar a nueva fase que significa de verdad investigar juntos. Debemos hacer un diagnóstico más fino de cuáles son los mejores socios estratégicos a nivel internacional, considerando y ofreciendo nuestras fortalezas como universidad y como país. Ser una universidad internacional puede parecer pretencioso pero no lo es. Los doctorados y postdoctorados son un gran campo de crecimiento en ese sentido. Queremos avanzar en las cotutelas, en los dobles grados, en las pasantías, en atraer estudiantes extranjeros. El Colegio de Programas Doctorales ha sido un gran avance que ahora queremos llevar a la formación de una Escuela de Graduados. Ser una universidad madura implica tener un doctorado mucho más fuerte.


SOL SERRANO UC


Entrevista por Magaly Arenas Zapata, Prensa UC.

// Publicado en Visión UC, Nº 245, Junio 2015